Luis Moreno y Daniel Ochoa son los artífices de Montia, en San Lorenzo de El Escorial, un restaurante sorprendente que está galardonado con una estrella Michelin y que merece la pena visitar.
Y repetir.
No es la primera vez que vamos, pero conseguir mesa en este pequeño y magnífico restaurante no es fácil, especialmente los fines de semana ya que el número de comensales es muy limitado y somos muchos los que queremos ir.
Tuvimos la suerte de conocerlo justo antes de que recibiera la que es su primera estrella Michelín gracias a la recomendación de Iván Muñoz (chef de Chirón y otro de mis imprescindibles en Madrid) y nos encantó. Desde entonces se convirtió en misión imposible ir un fin de semana así que aprovechando nuestro aniversario de bodas y que caía en martes, decidimos ir y repetir la experiencia.
El menú que elegimos, de los tres disponibles, fue el extra largo o XL compuesto por 15 platos. También optamos por acompañarlo de maridaje, opción muy recomendable ya que pruebas muchísimos vinos que generalmente se conocen poco y es una buena manera de catarlos, que te expliquen de dónde vienen, el tipo de uva, etc.
Los tres menús disponibles son:
MENÚ CORTO:
5 aperitivos
4 platos
degustación de quesos
1 postre
40 €
+22 € CON MARIDAJE DE VINOS
MENÚ LARGO:
7 aperitivos
5 platos
degustación de quesos
2 postres
54 €
+ 26 € CON MARIDAJE DE VINOS
MENÚ XL:
7 aperitivos
6 platos
degustación de quesos
2 postres
58 €
+ 28 € CON MARIDAJE DE VINOS
En cuanto a la decoración, el salón está lleno de luz y se integran de manera elegante y sencilla todos los elementos de la naturaleza, el fuego de la chimenea, el agua del estanque de peces del baño, la madera…
Como veis la naturaleza también está presente en la mesa.
Pero mejor empecemos con el menú que es lo que realmente importa.
Como llegamos pronto, comenzamos disfrutando de una cerveza artesana de Mad Brewing. Fuerte, con un intenso aroma frutado (me recordaba a melocotón o albaricoque) y un aperitivo compuesto por almendras al curry y aceitunas.
A continuación nos sirvieron el pan de Madre Hizo Pan y una deliciosa mantequilla de La Colmenares.
Los cuchillos de untar son de la marca Laguiole Jean Dubost y los podéis adquirir aquí.
El primer vino que nos sirvieron fue Sorgasme (Languedoc) ideal para maridar el trío de aperitivos compuesto por:
- Tosta de maíz con marzuelo y oliva negra.
- Chipirones en su tinta.
- Croqueta de txangurro.
Seguimos con uno de los vinos blancos que me pareció más curioso, es de los que te encanta o lo odias y a mi me encantó: Ring Ring 2014 de Barranco Oscuro, maridando el Escabeche de mejillones, judía y marzuelo, con coliflor y rúcula, tiene un sabor cítrico y muy refrescante.
Comenzamos con el primero de los cuatro interludios, pequeños aperitivos que constituyen todo un plato en versión pequeña y que Montia utiliza para hacer más amena la espera entre plato y plato.
Interludio 1. Espárrago blanco de Tutela de Duero con tártara.
Seguimos con otro vino blanco, en este caso Flor de la Mata, Bernabé, servido en tinaja de barro, acompañando el plato Guisantes con guiso de callos de bacalao y lengua ibérica de cerdo. Un plato lleno de color y de sabor.
A continuación otro entreacto, el Interludio 2. Cuajada de tórtola y foie al chocolate con avellanas.
Una mezcla que no falla.
Recordáis la piedra-maceta de la mesa, ¿verdad?
Pues tiene su propósito en el siguiente plato. Aquí nada se deja al azar.
Con unas pinzas cogen el tomillo blanco de la macera para depositario en la tetera y dejarlo infusionar en un caldo de espinas tostadas, mientras esperas que te presenten el nuevo vino y te traigan el plato.
En este caso el vino elegido para acompañar el plato es un Viento Zephyros de 2009, de Dani Ramos. Variedad de uva Albillo Real y Sauvignon Blanc.
Y el plato que marida es Caballa ahumada con borrajas y caldo infusionado con tomillo blanco.
Pasamos a un vino tinto, Caibelles 2014, Mendall que se puede adquirir aquí.
El plato que acompaña es «Búfalo Grill», rabanitos y zanahoria morada. Una mini hamburguesa de carne de la sierra, procedente de Finca Hoyas de Santa Ana en Colmenar Viejo.
Porque si algo caracteriza a Montia es su búsqueda de productos naturales procedentes de productores y artesanos de la Sierra Madrileña y la carne de esta mini hamburguesa es un claro ejemplo de ello y de la calidad que conlleva.
Pasamos al Interludio 3. Goulash de carrillera y queso ácido de cabra.
Para continuar otro vino y otra carne. El vino, Mellberg 1998 de Julien Meyer que podéis adquirir aquí.
El siguiente plato de carne, un mar y montaña, esta vez con un ave:
Pollos de Sanchonuño a la cerveza con cigalas.
Y como colofón, los Callos a la Madrileña con un toque picante de guindillas molidas. En este caso regados con un Pilgrim Garnacha de 2014, de Rubor que podéis comprar aquí.
Como paso previo a los postres viene la Degustación de quesos de la sierra con sus compotas artesanas, compuesta por:
- Oveja requesón, Torremocha del Jarama. Con avellana.
- Vaca, Río Pradillo, Cercedilla. Con manzana
- Cabra, Elvira García.
- Oveja, Miraflores de la Sierra. Con compota de remolacha.
- Cabra azul, Colmenar Viejo. Con compota de aceituna.
- Cabra, Cabezuela, Fresnedillas de la Oliva. Con miel.
Y acompañada de una infusión de té y pera.
Los quesos regados también por un Jour de fête 2014 de Tricot.
Seguimos con el primero de los postres, un riquísimo Bizcocho de anís con fresas, saúco y helado de lilo, acompañado de un increíble Champagne casero de saúco que te sirven con sifón. Me llevaría un par de botellas a casa si fuese posible.
Como podeis ver el diseño del plato es espectacular, madera y cristal, parece sencillo pero constituye toda una obra de arte creada especialmente para Montia por un joyero artesano.
Aquí Luis Moreno sirviendo el champagne de saúco.
Continuamos con el cuarto y último interludio y quizá mi favorito por la mezcla de sabores. Interludio 4. Corneto de pera y queso azul con algodón de caramelo de violetas.
El vino elegido en esta ocasión para finalizar con el último postre es De sol a sol de Julián Ruiz.
El último postre y final del menú degustación son unas Natillas de níspero con crumble de canela, helado de berros y merengue. Mezcla curiosa de sabores y un estupendo colofón a la comida.
Para finalizar el café, con un importante detalle que me encanta. Tres tipos diferentes de azúcar moreno, supongo que son integral, tipo panela y azúcar moscovada y que con toda probabilidad sean ecológicas.
Nosotros solemos tener mucha variedad de este tipo de azúcar en casa desde que la probamos en un viaje por Inglaterra hace un par de años. No resultaba fácil encontrarla en los supermercados de Madrid, pero por suerte ahora se está viendo con más frecuencia, aunque la última vez que tuve oportunidad y compré estos tipos de azúcar fue en uno de los supermercado Iceland Overseas que se encuentran en la costa y que importan multitud de productos ingleses.
Como detalle añadido os podéis llevar impreso el menú con la fecha.
En esta foto con Dani Ochoa.
En definitiva, la visita a Montia debería ser obligada ya que es un placer para los sentidos desde que entras hasta que sales.
¿Aún no has ido?
Haz tu reserva aquí. Querrás repetir.
N.