
¡Buenos días!
Esta receta la improvisé ayer para comer y os ha gustado tanto que muchos de vosotros me habéis pedido la receta, así que ahí va.
Ingredientes
- Placas para lasaña (yo uso La Molisana)
- 1 diente de ajo
- 2 calabacines grandes
- 1 cebolla grande
- 1 cucharadita rasa de Mantequilla casera de hierbas* (opcional)
- Pesto casero* (el que yo he utilizado es de albahaca, brócoli y avellanas pero vale cualquier variante de pesto).
- Jamón de york en lonchas (usad uno bueno, se nota bastante diferencia)
- Queso mozzarella y queso emmental rallado.
- Nata espesa
- AOVE
- Sal y pimienta
(*) os dejo ambas recetas al final.
Preparación
En una sartén grande freímos ligeramente el ajo picado con un poco de aceite, agregamos la cebolla cortada en juliana muy fina, cuando esté transparente agregamos el calabacín rallado (yo lo hago con la parte de agujero grandes del rallador).
Salpimentamos y dejamos sofreír hasta que pierda el agua y se dore ligeramente.
Yo cuando empieza a perder el agua le añado una cucharadita rasa de mantequilla casera de hierbas pero esto es opcional. También podéis agregarle las hierbas que más os gusten (tomillo, salvia, romero…).
Retiramos del fuego y reservamos.
Cocemos las placas de lasaña siguiendo las recomendaciones del fabricante, las de La Molisana (son las mejores que he probado hasta ahora) se hierven 4 minutos.
Engrasamos el molde que vayamos a utilizar con mantequilla o aceite y montamos nuestra lasagna mientras se precalienta el horno a 180º.
Las capas serán de la siguiente manera:
- Placa de pasta, jamón york, mezcla de quesos y pesto
- Placa de pasta, una capa del sofrito de calabacín.
- Placa de pasta, jamón york, mezcla de quesos y pesto
- Placa de pasta, una capa del sofrito de calabacín.
- Y así hasta que llenemos el molde.
La última capa ha de ser una placa de pasta, pondremos un poco de nata (yo he utilizado la espesa pero pude ser la normal) por encima llegando a los laterales para que al calentarse se cuele entre las capas y cubrimos todo con la mezcla de quesos rallados.
Horneamos hasta que esté doradita, en el ultimo momento ponemos un rato el grill.

Mantequilla de hierbas
La que yo he preparado lleva ajo, salvia fresca, tomillo y romero fresco, una pizca de sal y mantequilla.
Picamos las hierbas junto con la sal con un robot de cocina tipo Thermomix o picadora. Si no tenemos, lo hacemos a mano con un cuchillo.
Incorporamos la mantequilla en el vaso del robot y batimos hasta que quede todo bien incorporado. En el caso de hacerlo sin Thermomix la mantequilla deberá estar a temperatura ambiente y mezclaremos con una espátula.
Esta receta es ideal para tenerla hecha y usarla por ejemplo al asar un pollo, unas patatas o unas verduras en el horno. Incluso para incorporarla al puré de patatas. Para hacer una tortilla francesa, en un plato de pasta, con cualquier carne…
Le dará un toque diferente a vuestros platos.

Pesto casero de avellanas y brócoli

Las cantidades las hago siempre a ojo y preparo bastante (2 o 3 frascos) porque aguanta mucho en la nevera y se pude agregar a muchas recetas o facilitarnos un plato de pasta en 5 minutos.
Lleva: un puñado de avellanas, un diente muy pequeño de ajo, Un puñado de albahaca fresca, varios ramilletes de brócoli, queso parmesano recién rallado, una pizca de sal y AOVE (uno que sea suave).
Rallamos el queso y reservamos. En la thermomix o picadora, troceamos las avellanas, agregamos el ajo, las hierbas y la sal y picamos, incorporamos el queso rallado, el AOVE y mezclamos bien con una espátula. Guardamos en frascos, cubrimos bien con aceite de oliva y reservamos en la nevera.
El pesto lo podéis hacer con lo que queráis: piñones, nueces, avellanas, pistachos o anacardos como fruto seco. Albahaca, berros, rúcula o brócoli como verde (podéis hacer mezclas de varios) y luego siempre queso parmesano (aunque el pesto genovese lleva también pecorino), aceite y un poquito de ajo. Las variedades son tantas y todas tan buenas que sólo tenéis que echarle imaginación.
Al igual que la mantequilla de hierbas, el pesto es una receta que viene bien tenerla hecha y guardada en la nevera. Es importante que esté bien cubierto de aceite para que aguante sin problemas. Quedará buenísimo con un plato de pasta (y la pasta con pesto es una guarnición fantástica para un filete de pollo a la plancha), en una tostada con queso fresco, en una ensalada de pasta, en una milhojas de verduras, con mozzarella fresca, como aliño de unos tomates troceados… Como podéis ver, en un sinfín de opciones.
En otro post tenéis mi receta de Pesto con pistachos que os puede servir de referencia para las cantidades y que además también os serviría para esta lasaña (o lasagna).
En cuanto a la pasta que utilicemos para nuestras recetas, en este caso placas de lasaña, es importante utilizar una buena marca. Se nota muchísimo.
Las marcas que más utilizo en casa son Garofalo (la venden en muchos supermercados), Afeltra (la encontraréis en La Charcutería de Octavio o en Casabase) y La Molisana (en Il Mercado Italiano).
Y ya si la hacéis casera, mejor todavía.
Las placas de lasagna que compro son las de la foto, marca La Molisana y la venden en Il Mercado Italiano o en Mangitalia.

El resultado de esta lasaña es espectacular, sin duda volveré a hacerla. Animaros y me contáis qué tal os queda.
¡Feliz martes!