Realmente no es así pero es la percepción que generalmente tenemos del tiempo.

Es curioso como, cuando somos jóvenes, nos parece que un año es mucho tiempo y, a medida que crecemos, el tiempo se convierte en algo relativo.

Dejas de contar hacia delante para empezar la cuenta atrás.

Cuando tienes 15 años una persona de 30 te parece «mayor» por no decir «vieja», y cuando estás en la treintena crees y afirmas (CON RAZ  que una persona con 40 y hasta con 50 años es joven.

En realidad todo depende del cristal con que se mire.

Yo pienso que la juventud se lleva en el alma y que puedes ser un viejo de 15 años o un joven de 70.  No es cuestión de hacer el cabra o ir cometiendo locuras para parecer más joven, es algo mucho más sutil, es una actitud ante la vida, ante los demás y sobretodo ante uno mismo.

Es disfrutar de cada momento, es estar rodeado de gente, es saber reír y llorar y también es saber estar solo. 

Es vivir cada momento con intensidad, no porque pienses que pueda ser el último sino porque lo disfrutas al máximo, lo exprimes y haces de tu «hoy» y «ahora» una filosofía de vida. 

Por tanto, no es una mera cuestión de números.

La edad no es lo que cuenta, es el momento. 
Éste es tu momento, disfrútalo. 

¡Carpe Diem!

Aprovecha tu momento

 

N.

 

Fotos: Pinterest