Estamos finalizando la Semana Santa y ayer, Viernes Santo, me dio por hacer las típicas torrijas después de muchos años sin hacerlas.
La verdad es que para hacerlas con prisas y después de tanto tiempo, han quedado buenísimas. Además a algunas de ellas les di un toque diferente que enseguida os cuento.
Como siempre al final del post tendréis el link a la receta imprimible.
Torrijas
Ingredientes
- Una barra de pan especial para torrijas
- 1 litro de leche
- 1 vaina de vainilla (o esencia de vainilla, pero si es así procurad que sea una buena marca como Nilsen Massey)
- 1 rama de canela
- Piel de naranja y de limón
- Azúcar
- Canela molida
- Aceite de girasol
- 2-3 huevos
Preparación
- Ponemos la leche a calentar en una cazuela, la llevamos hasta casi el punto de ebullición junto con la rama de canela, las semillas de la vaina de vainilla y la vaina (o en su defecto una cucharadita de la esencia) y los trozos de piel de naranja y de limón. Retiramos del fuego y dejamos enfriar.
- Preparamos todo lo necesario:
- Ponemos el aceite a calentar en una sartén grande.
- Cortamos la barra para torrijas en rebanadas como más nos guste.
- Batimos los huevos en un plato o fuente.
- Colocamos una bandeja o una fuente con una rejilla encima para escurrir las torrijas.
- Preparamos un plato o una bandeja con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
- Ponemos una fuente con azúcar y canela molida (en la proporción que más os guste pero aproximadamente unas dos cucharaditas de canela por cada 100 gr de azúcar).
- Vamos metiendo las rebanadas de pan en la cazuela de la leche para que vayan empapándose por ambos lados, las sacamos y las ponemos a escurrir en la rejilla que hemos preparado previamente (con un recipiente debajo que recoja el exceso de leche).
- Cuando el aceite esté caliente, pasamos las torrijas por el huevo batido y empezamos a freírlas a fuego medio-alto dándoles la vuelta con ayuda de una espátula hasta que estén doradas, momento en que las sacamos y las ponemos sobre el plato con el papel de cocina para que absorba el exceso de aceite. Vamos procediendo de la misma manera hasta acabar con el pan.
- Una vez hayan soltado el exceso de aceite las pasamos por la mezcla de azúcar y canela girándolas para que se impregnen bien y las vamos disponiendo en una fuente o plato grande.
Las torrijas estarán mejor pasadas unas horas o al día siguiente ya que habrán sudado y el azúcar con la canela se habrá convertido en un almíbar.
NOTA: antes de empapar las últimas rebanadas que me quedaban, le he añadido a la leche un poco de café que había preparado. Así algunas de las torrijas tendrán un toque diferente con sabor a café.
Pero aquí sólo tenéis que usar la imaginación ya que se puede añadir lo que más os guste, ¿las queréis con sabor a anís? en vez de la combinación de canela/vainilla, añadidle una estrella de anís a la leche caliente para que infusione.
Otra opción posible es añadir a la leche un chorrito de brandy, licor de naranja, o cualquier otro licor.
También podéis sustituir la leche por vino tinto o vino moscatel. Hervirlo para que evapore el alcohol y después infusionarlo con la canela y la piel de naranja y/o limón. Luego tan sólo tenéis que seguir con todo el proceso al igual que con las torrijas de leche.
Aquí las podéis ver terminadas pero sin sudar.
Y aquí ya sudadas creándose el almíbar.
Aquí tenéis el enlace a la ficha imprimible de mi receta de Torrijas.
Os dejo que toca tomarse una con un cafecito.
Qué paséis buen finde!
Nadia