Chateau de Carbonneau: una comida especial

Segundo día de nuestra ruta camino a la Bretaña Francesa y antes de llegar al que sería nuestro alojamiento para esa noche (del que os hablaré en otro post) hicimos parada para comer en el precioso Chateau Carbonneu situado en Pessac-sur-Dordogne.

Parar allí no fue casualidad, ya lo tenía localizado cuando organicé la ruta. La idea inicial era ir a disfrutar de un afternoon tea, y es que soy una fanática de esta tradición inglesa con sus scones acompañados de clotted cream y mermelada, sus tartas, tés… y al ver que aquí los servían y en un entorno tan maravilloso no dudé en que sería parada obligatoria de nuestro viaje. Sin embargo, debido a la hora y a que también habíamos visto en la carta las tablas de quesos y fiambres que servían, decidimos parar a comer.

Al llegar nos encontramos con un bonito Chateau rodeado de jardines y viñedos. Lo primero que hicimos fue comer en su coqueta cafetería de tipo inglés, Le Glass House, y después dimos una vuelta por los exteriores y el interior del Chateau. La cafetería tiene una terraza exterior pero decidimos comer dentro ya que se estaba más cómodo.

Decidimos pedir la tabla mediana de quesos y fiambres y un par de copas de vino. De postre té, café, una tarta Guiness y un scone. ¡Todo riquísimo!

Podéis ver la carta del Le Glass House aquí.

De la tabla de quesos me sorprendieron tres cosas, una la reconocí de inmediato, y es el Onion Dip idéntico al que prepara mi amiga Marga de @margacocinaconalma para acompañar a los crudités. Para prepararlo simplemente hay que batir bien la sopa de cebolla de sobre (los polvos tal cual) y nata (o créme fraîche).

Los otros dos acompañamientos eran muy buenos también por lo que al finalizar la comida les pregunté en qué consistían, uno de ellos era una especie de hummus hecho con garbanzos, cilantro, cúrcuma y un ingrediente que no recuerdo.
El otro eran guisantes, feta y menta, todo bien picadito.

Después de comer dimos un paseo por la finca y entramos a ver el Chateau en el que también es posible alojarse (los precios oscilan entre 115€ y 155€ por habitación y noche). Aquí os dejo las fotos para que veáis qué bonito es.

Pero la historia de este Chateau es también la historia de la familia que lo regenta y que es neozelandesa. Podéis leer más sobre su historia aquí y aquí.