Membrillo Casero

Me encanta el queso y acompañarlo con un poco de membrillo hace que a veces sea la combinación perfecta para un aperitivo o incluso como postre.

Solía comprarlo pero no terminaba de dar con ninguno que me gustase de verdad así que decidí probar a hacerlo yo misma y lo único que no entiendo es ¿por qué no lo hice antes?

Es fácil, se tarda poquísimo, es más sano porque sabes perfectamente lo que lleva y además está buenísimo.

Como siempre es habitual en mí, le pongo menos azúcar de lo que habitualmente llevan las recetas de membrillo pero creo que con lo que lleva le basta de sobra. Quizá dure un poco menos ya que el azúcar actúa como conservante pero prefiero hacer menos cantidad más a menudo que meterle tanto azúcar que, de verdad os lo digo, no necesita.

Así que nada, os dejo la receta de mi primer membrillo casero, iré haciendo variaciones para probar combinaciones que se me han ocurrido, pero eso será más adelante.

Y como siempre, al final del post tendréis el enlace a la receta imprimible a la que, por cierto, he cambiado el formato. Espero que os parezca más práctico y os guste más.

Membrillo Casero

Ingredientes

500 gr de membrillos, lavados, sin pelar y sin pepitas
el zumo de medio limón
200 gr de azúcar moreno

Modo de preparación

Lavamos bien los membrillos ya que la piel no la vamos a retirar, les quitamos las pepitas y troceamos (trozos grandes)
Incorporamos todos los ingredientes en el vaso de la Thermomix y trituramos 30 segundos velocidad progresiva 5-10. Bajamos los restos de la fruta con una espátula hacia el interior del vaso.
Programamos 30 minutos, 100º velocidad 5. Cuando falten 10 minutos para que termine, retiramos el cubilete y ponemos el castillo sobre la tapa para evitar salpicaduras. De este modo se caramelizará nuestro membrillo.
Vertemos en un recipiente de cristal y ¡listo!